Año a año se lleva a cabo una carrera, que más que una competencia es una leyenda que se convierte en tradición.
La cacería del zorro se desarrolló por primera vez en Quito en 1972. En esta carrera compitieron jinetes de todas partes del Ecuador. La carrera consistía en dar alcance a un personaje disfrazado con un chaleco de piel de chivo, una cola de puma y que hacía alarde de astucia y rapidez, justamente características del propias animal del que llevaba nombre el evento, el “Zorro”.
En esta singular carrera y para sorpresa de todos los presentes, un grupo de jinetes provenientes de una pequeña población al norte de la ciudad de Quito, llamada Ibarra se llevaron la victoria. Y es precisamente en ese momento, que el intrepido grupo de participantes liderados por Hugo Serrano, decidieron trasladar la Cacería del Zorro como una tradición a su natal Ibarra, con el propósito de convertirla en el evento principal junto a las fiestas de fundación de la ciudad blanca.